Salta / ARGENTINA
DESARROLLO
elCAPRICHO
Concepto urbanístico y arquitectónico — Arq. Luis Rengifo
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El Capricho se concibe como una intervención urbana que busca redefinir la relación entre la ciudad y el paisaje natural. Ubicado entre cerros, en el acceso norte de Salta, el proyecto propone un tejido urbano de baja densidad, orientado a preservar la topografía y la vegetación existente, integrando arquitectura, naturaleza y vida comunitaria.
Desde una mirada urbanística, el desarrollo plantea una estructura orgánica, donde la traza y la implantación responden al relieve y a las condiciones ambientales del lugar. Se priorizan los recorridos peatonales, los espacios verdes continuos y las visuales hacia el entorno natural, consolidando una experiencia urbana en estrecho diálogo con el paisaje.
Arquitectónicamente, el enfoque se centra en la adaptabilidad y la sostenibilidad. Cada pieza edilicia se concibe como parte de un sistema integrado al terreno, donde la arquitectura acompaña el paisaje sin imponerse sobre él.
El proyecto se desarrolló en colaboración con LA Desarrollos, articulando visión urbanística, diseño arquitectónico y objetivos estratégicos del desarrollo, garantizando que la propuesta sea coherente con el territorio y las necesidades futuras de la comunidad.
El Capricho representa una nueva forma de planificar y habitar la ciudad, donde el crecimiento urbano se integra de manera armónica con el paisaje natural. Es una propuesta que combina desarrollo, sustentabilidad y bienestar, entendiendo el territorio como un sistema vivo que debe preservarse y potenciarse a través del diseño.
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El desarrollo urbano El Capricho fue diseñado bajo un concepto de preservación de lo natural, donde la planificación, la arquitectura y el paisaje dialogan en equilibrio. En este marco, se incorporan departamentos de 1 y 2 habitaciones diseñados con la premisa de vivir entre árboles, rodeado de naturaleza y en conexión constante con el exterior.
Cada bloque habitacional se concibe como una pieza ligera dentro del entorno, dialogando con la topografía y la vegetación preexistente. Su disposición dentro del desarrollo no responde a una grilla rígida, sino a una implantación orgánica, que respeta los árboles existentes y acompaña las pendientes del terreno, orientando cada volumen para optimizar las vistas, la iluminación natural y la privacidad.
Esta estrategia genera una trama urbana flexible y armónica, donde los edificios se integran entre sí mediante senderos peatonales, áreas verdes y espacios comunes que promueven la vida al aire libre.
Los departamentos —ya sean de 1 habitación, con terrazas que se abren al paisaje, o de 2 habitaciones, con expansiones hacia quinchos y terrazas privadas— comparten una misma esencia: una arquitectura contemporánea y sensible, que difumina los límites entre el interior y el exterior.
Cada espacio se orienta para enmarcar el paisaje, capturar la luz natural y fomentar una relación cotidiana con la naturaleza. Los materiales nobles, las texturas naturales y las proporciones simples acompañan este espíritu, permitiendo que la arquitectura se funda con el entorno sin imponerse sobre él.
En conjunto, los departamentos se integran al tejido orgánico del desarrollo, conformando un paisaje construido que dialoga con la vegetación, los cerros y el clima, ofreciendo una nueva manera de habitar: liviana, respetuosa y en equilibrio con el entorno.
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